En costa lejana y en mar de Pasión, dijimos adioses sin decir adiós. Y no fue verdad la alucinación. Ni tú la creíste ni la creo yo, «y es cierto y no es cierto» como en la canción. Que yendo hacia el Sur diciendo iba yo: «Vamos hacia el mar que devora al Sol». Y yendo hacia el Norte decía tu voz: «Vamos a ver juntos donde se hace el Sol». Ni por juego digas o exageración que nos separaron tierra y mar, que son ella, sueño y el alucinación. No te digas solo ni pida tu voz albergue para uno al albergador. Echarás la sombra que siempre se echó, morderás la duna con paso de dos... Para que ninguno, ni hombre ni dios, nos llame partidos como luna y sol; para que ni roca ni viento errador, ni río con vado ni árbol sombreador, aprendan y digan mentira o error del Sur y del Norte, del uno y del dos!
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1 CoMeN-TaRiOs:
Este poema me lo dice siempre mi abuelo; espero ser mejor como el y como los que me rodean y de cada uno aprender cosas para bien.
HIMNO COTIDIANO Gabriela Mistral
En este nuevo día
que me concedes ¡Oh Señor!
dame mi parte de alegría
y haz que consiga ser mejor.
Dame Tú el don de la salud,
la fe, el ardor, la intrepidez,
séquito de la juventud;
y la cosecha de verdad,
la reflexión, la sensatez,
séquito de la ancianidad.
Dichoso yo si, al fin del día,
un odio menos llevo en mi;
si una luz más mis pasos guía
y si un error más yo extinguí.
Y si por la rudeza mía
nadie sus lágrimas vertió,
y si alguien tuvo la alegría
que mi ternura le ofreció.
Que cada tumbo en el sendero
me vaya haciendo conocer
cada pedrusco traicionero
que mi ojo ruin no supo ver.
Y más potente me incorpore,
sin protestar, sin blasfemar.
Y mi ilusión la senda dore,
y mi ilusión me la haga amar.
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