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domingo, 21 de abril de 2013
martes, 13 de septiembre de 2011
Solo seguir.
Luego de hacer el amor...
¿Qué?
Ya no te amo.
¿Desde cuándo?
Desde este instante...
¿Cómo te diste cuenta?
Por que ya no te siento conmigo. Estás a mi lado, pero quieres huir; creo que hay alguien más...
¿Y por eso me dejas de amar?
Claro, para no sufrir por ti. Prefiero terminar con esto, antes de que me duela más.
Gracias. Eres más fuerte y valiente que yo, necesito ser libre. Te lo agradezco.
No me lo agradezcas...pero recuerda esto lo hago por que te amo. Antes te mentí...
lunes, 29 de agosto de 2011
Inolvidable
¿Cuándo se lo dijiste?
Ayer.
¿Por qué lo hiciste?
Porque lo sentía.
¿Crees que en tan poco tiempo puedes llegar a amarlo?
Si, ¿por que no?
No crees acaso que es el amor que sentías por aquél. Que solo lo transformaste, le diste un nuevo destino.
Sabes, lo he pensado. Creo que el amor que sentía por aquél aún existe, solo que ya no es ni puede ser… ahora estoy bien, tengo a alguien que me quiere, que me acompaña día a día, con quien puedo compartir y disfrutar la vida; y por sobre todo a quien puedo darle lo mejor que quedó de aquél, el amor.
sábado, 13 de agosto de 2011
Historias de aeropuertos, encuentro de pasajeros...amores de turistas.
A pesar de venir con un paso esquemáticamente musical, no perdía la elegancia del aire, al pasar por entre la multitud.
No dudé en mirarlo...él ni si quiera se percató de mí.
Se sienta dos asientos más al fondo que yo, pero de igual forma quedamos frente a frente; o al menos yo así lo sentía. Creo que él no.
¿Qué hago para que me mire?, ¿si me siente a su lado, sabrá que existe una persona en el mundo que lo ama, de la forma más mágica y celestial que se puede amar; con el gesto que el destino me dio, el amor a primera vista...?
Yo desde este lado del salón y detrás de mis gafas oscuras lo miro añorando una sonrisa, algo tan lleno de luminosidad, tan natural, que me bastaría para morir aquí; sabiendo que disfruté aunque fuese por un segundo de su entera atención.
No lo puedo creer, se paró, se acerca hacía mí, creo que esbozó una mueca. Me puso nervioso...se quita los audífonos, baja su bolso al piso. Me dice hola, y me acaricia con la mayor ternura jamás sentida, posando sus labios en mi mejilla.
Tomó un vuelo al extranjero...
Y yo solo, sigo esperando que llegue mi pareja en el siguiente avión.
viernes, 6 de mayo de 2011
Hace tanto que...
Hace una hora que pienso en ti.
Hace 59 minutos que no dejó de llorar.
Hace 58 minutos que pienso en llamarte.
Hace 57 minutos que me pregunto ¿Porqué no me llama?
Hace 56 minutos que no escucho las canciones que me recuerdan a ti.
Hace 55 minutos que no me deja la nostalgia de tu piel sobre la mía.
Hace 54 minutos quiero que vengas por mí.
Hace 53 minutos deseo que me salves de esta soledad.
Hace 52 minutos muero por besarte.
Hace 51 minutos caminé por las calles que recorría junto a ti.
Hace 50 minutos que no paro de amarte.
Hace 10 minutos que escribo esto.
Hace 3 años que te amo.
Hace 3 días que no sé de ti.
Hace 2 días que te pedí tiempo.
Hace un instante es que me di cuenta que no te podré olvidar...
Hace falta muchas discuciones para separarnos, pero solo hace falta un Te Amo, para que me vuelva a enamorar de ti...
jueves, 25 de noviembre de 2010
Un domingo como ninguno.
Y así nada más...
sin más que una mirada tu vida y la mía se unieron...
Dante, como era costumbre acudió al mismo supermercado para comprar lo que su más preciada mascota necesitaba. Arena y comida.
Matías, como comenzaría a ser costumbre, se encontraba en su trabajo de verano, ordenando paquetes de arroz; nada menos romántico.
Yo: Al mirarlo entrar por el pasillo fui capturado por sus ojos color esmeralda. Infinitos. Llenos de paz y amor.
Él: Jamás pensó que en un lugar con tanta gente, entre tantos del montón, encontraría una cara nueva, una que nunca antes había visto. Una que con un gesto de inocencia y amor puro, lo emocionó y cautivó.
Los nervios fueron el escenario de ambos, las personas que se entrometían en sus miradas, los tramoyas del accidentado encuentro.
Tras unos instantes siguiendose uno al otro, la marea de ansiedad hizo que no se vieran más.
Yo: Cómo es que le perdí de vista. Debo deshacerme de todo esto, de mis implementos de trabajo, e ir en su búsqueda. No lo quiero perder.
Él: Es extraño a mi edad estar jugando a las escondidas, es mejor afrontar y acercarme. No tengo nada que perder.
Después de reencontrarse, yo, decidió quedarse quieto en un pasillo, finguiendo que no vio a él, controlando su ansiedad nerviosa; las cosas de la vida, justo yo se puso a ver los ingredientes de la comida para gatos. Algo por lo que él había ido a comprar.
Él: Hola - sacándose los audífonos - ¿te puedo pedir un favor?
Yo: Claro - tratando de no mirarlo a los ojos cautivantes que tiene, para no demostrar su ansiedad - dime.
Él: ¿Me puedes dar tu número de teléfono?
Yo: - Claro que se lo daría, pero no podía ser tan apresurado, así que pregunté - ¿Para qué?
Él: Para llamarte más tarde y juntarnos.
El tiempo crea, mata y cura. En nuestro caso, creó el más grande amor, lo mató y lo curó.
Ahora sólo depende de ti y de mí.
miércoles, 3 de noviembre de 2010
Drama
Mi felicidad no gira entorno a ti.
Se basa en mí.
En lo que tengo, en lo que quiero ser.
En lo que soy y lo que tendré
Son mis metas, mis sueños.
Con tus ires y venires,
no haces más que recordarme
todo el amor que sentí por tí.
Pero hoy no me provocan más que mirarte a los ojos
y decirte que se acabó el show.
Adiós.
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