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lunes, 16 de abril de 2007

PERDIDOS.


¿Te haz sentado en la ventana de tu habitación a mirar a tu alrededor?
Desde lo alto te das cuenta que nadie te ve, pero tú si puedes distinguir alguno que otro.
Los ves como siguen su rumbo.
Bueno yo también.
Pero esta historia no es de mí, sino de ti. De ti y de él, de ustedes, de ellos y tal vez… de nosotros.

Sólo algunos pueden verte; cuando miras bien te das cuenta que él te observa, te esta mirando desde hace un buen rato. Te ve fijamente a los ojos y tú ni te percataste.

Es porque estabas perdida, o por lo menos así te sentías.
Te preguntas… ¿en que pensará?
Pero eso no basta, así que sigues mirando.
Pero sucede algo raro…ahora sólo te ves tú, en el reflejo de la ventana, no puedes mirar más allá.
En un principio ni te incomodó, pero al detenerte en tus propios detalles piensas ¿qué sucede conmigo?, ¿estoy perdida?

Cierras los ojos, respiras, por un instante te pierdes.
Cuando vuelves decides no huir, es mejor seguir. Así que sigues, con la mirada media perdida, buscando al hombre perdido.

Hasta que por fin lo encuentras y te percatas que no se ha movido ni un instante.
Sigue sigilosamente observando a tu mirada perdida.
Te vuelves a preguntar… ¿qué hago?
Y te armas de valor y decides salir en su búsqueda.
Hasta que das con él.

Están frente a frente, lo ves con detalle, te das cuenta que es más alto y mayor que tú.
Se miran fijamente.
No se mueven, mientras que su mundo sigue girando…a su alrededor.
Creo que él al igual que tú sabe lo que quiere, pero les falta valor. En sí es comprensible, si ni siquiera sabes su nombre.
Pero derrotan sus prejuicios.
Se abrazan, se acarician, te besa.
Te dices a ti misma, todo es muy raro, pero sigues allí inmóvil.
No surge ni una sola palabra entre ambos.
Hasta que te cansas de ese silencio y le dices…creo que estamos perdidos.
Él sonríe y te dice al oído…
¡No!
Nunca estuvimos perdidos.
Porque estaremos siempre unidos.

Cada uno sigue su rumbo.

LA LUNA ES SIMPRE BELLA.


Quién diría…
- ¿Qué?
No… nada…sólo pensaba en esto.
- ¿En qué?
En ti y en mí.
- ¿En nosotros?
Si en nosotros.
- ¿Qué piensas de esto?
Que nadie se imaginó nunca que tú y yo terminásemos juntos…pero no sólo como amigos, sino como pareja.
- Si, tienes razón. Pudo haber sido predecible por todo lo que compartimos, pero así mismo, eso no hacía incompatibles, según las leyes de la física.
Pero que bueno que no nos regimos por esas leyes. Pudimos ser lo que somos, a pesar de la amistad.

Claro, si tú me aconsejabas sobre la “nena de colores” y yo te escuchaba sobre “el joven que sufre, en su casa”.
- Para que veas como pasan las cosas.

- ¡Te amo!!!...
¿Te tendrás que ir, no?
Tu sabes que yo voy y vuelvo, que ando de allá para acá.
- Bueno realmente siempre lo he sabido.
Pero déjame decirte que no te dejaré ir.
Que te retendré por siempre. Porque ahora que estas en mis brazos sé que tú eres para mí y yo para ti.
Ya no tendrás que correr, porque yo te protegeré. No tengas miedo.
Oh!, que fuerte, nunca me lo habían dicho. Siempre era yo el que buscaba, retenía y protegía. Pero contigo todo es distinto…siento que ahora tú eres la que busca, me proteges. Eso me hace sentirme bien, pero no por un cuento de ego, sino de verdadero amor.
Tú me rompiste el esquema.
- ¿Si?
Sí, claro que sí, pero sabes que es lo mejor de eso.
- ¿Qué?
Es que tú me lo armaste, pero contigo en él.

- Si, pero es eso mismo lo que me tiene así como me ves.
¿Qué cosa?
- El que te amo.
Pero que sucede con eso.
- Que te conozco, tú eres de esas únicas personas que no pertenecen a nadie, pertenecen a todos.
Y sé que tu camino no es estar junto a mí, sino seguir…construir.
Eso es lo que me da miedo, porque no te quiero perder, ni menos quiero sufrir por ti.

Pero quédate tranquila, sólo tú eres la estrella de mi corazón, eres mi “nena”, mi sombra eterna.
Y aunque mi naturaleza sea el seguir, como el vino que bebí de tu copa que fue a dar a tus labios después de besarte; el de estar y marchar.
Sé que eres tú, la única que tuvo la llave del baúl que contenía y custodiaba mi corazón.
Es por ello y por sobre todo porque te amo, que no te dejaré. Tenlo presente.
- Tienes razón. Aunque todo cambie, se transforme, gire o se acabe…cada uno recibe lo que le corresponde y sé que aunque pasen tormentas o catástrofes, no te perderé.
A pesar de que el cielo este nublado, estrellado o haya eclipse; pase lo que pase, sé que estarás ahí para mí, y tu sabes que estaré para ti, porque sabemos que la luna es siempre bella.

BESTIAS.


Comenzó mi viaje con un hermoso atardecer, el cielo se tornó rojizo.
La pradera dorada era un marco fenomenal.
Divisé a las bestias descansando, no las quise llamar. Esperé calmo en mi lugar habitual; fui egoísta lo sé, pero me quise reservar este viaje sólo para mí.
Ver los pájaros volar entre las nubes, éstas transformándose en lo que yo quería ver, los árboles al son del viento danzaban juntos, todos unidos como si fuesen uno.
La alegría y la fraternidad se respiraban. Quise que nunca jamás acabara, que el recelo, el odio y la compasión terminaran, pero no lo pude hacer.
El viaje debía continuar.
Avancé paso a paso por una colina gris, mediante más avanzaba más blanco se tornaba. Extraño el calor…el humano…el sol.
Hace frío, las colinas a mis costados yacen templadas de nieve. Se les ve petrificadas, sin ganas de nada…
Tuve que parar, la noche cayó.
Tuve que dormir, me acurruque en los brazos del cielo estrellado que me mecía con los cometas que iban y venían.
Soñé que las bestias podían oírme, querían seguirme pero no lo lograban. No podían subir.
Desperté asustado; ya era de día, el hielo de mi cama se hacía agua…tuve que seguir.
Al cruzar ese helado risco me encontré con una de las mayores pruebas, cruzar el puente…pero a pesar de lo que podría haber pensado cualquier bestia, lo lograría y sabía que así sería. Tenía muchas energías. Al pasar lo divisé desde las alturas, me presté a correr a él, seguía con mi paso firme y audaz, tratando de llegar a él. Debo admitir que me fue difícil; debía esquivar troncos viejos, rocas gigantes y ríos enérgicos…cada vez tenía más certeza de que lo lograría. Hasta que un día lo logré. Fueron muchos años lo que me costó en llegar a él, no fue fácil.
En un momento pensé no lograrlo, puesto que cada vez que me acercaba el se alejaba.
Hasta que por fin lo crucé.
Del otro lado, todo era hermoso, distinto y celestial.
Una nueva civilización, muchas bestias que danzaban alrededor del fuego invocando a su gran amor, otros mientras tanto tocaban con gran furor los tambores, parecía que estaba temblando.
En cuanto crucé notaron mi presencia, mi cansancio se hizo notar con mí respirar.
Todos se giraron a verme, con gran asombro lo llamaron…al Chamán, al guardián de su lugar.
Con gran destreza, a pesar de su notoria vejez, se me acercó, me miró a los ojos, con sus ojos blancos nunca antes sentí lo que percibí en ese instante. Fue demasiado especial para tratar de describirlo. Sentí lo que muchas bestias llamaban en mi otro pueblo…paz.
Por fin la conocí…
Después de ese segundo, que para mi fue una eternidad, el Chamán grito, pero no por temor sino por furor, alegría y sosiego…
Luego un silencio angelical…un instante más y todos los demás lo siguieron. Gritaron desde su corazón.
Se me acercaron las doncellas de su pueblo…me acariciaron y besaron.
Me prepararon para una ceremonia, de eso me percaté de inmediato, cuando me adornaron con flores y me dieron de comer y beber.
Sin entender mucho lo que hacían las seguí.
Luego de estar toda la tarde en un festín caluroso, me dejaron en el centro de su unión. Logrando que esa dicha paz la volviera a sentir, pero ahora con más santidad.
Todos se tomaron las manos, creo que estaban rezando. Luego de que el Chamán hablara todos cayeron en un gran sueño.
Me sentí raro, miles de personas a mis costados dormían placidamente como hipnotizados.
Me comencé a sentir muy cansado y lento. Bostecé como nunca antes y de un segundo a otro cerré los ojos, para no volverlos a abrir.
Todo era gris…se tornaba a ratos negro…hasta que seguí su luz…llegué al mar rodeado de miradas de bestias que esperaban mi momento de sucumbir.
Pensé que estaba soñando, pero el mar tocando mi cuerpo me hizo dudar.
No me quedo más que resignarme y rendirme ante sus rugidos.
Estaba listo para acabar.
Sabía que me iban a atacar, se me acercaban rápidamente.
Hasta que uno de ellos, me levantó y elevó a los cielos.
Desde ese momento los cuido y amo.
No eran bestias, nunca lo fueron ni nunca lo serán.
Son mis amados.
Los que sólo con mirarme pueden tranquilizarme, a los que les debo la paz en mi tierra.
Los espero, aquí en lo alto…en el cielo.

martes, 10 de abril de 2007

Un-Faithful


¿Qué es eso?
- Que?
Eso, ese sonido…
- Ah es la bola de nieve que te obsequie…
No sabia que hacia eso.
- Bueno ahora lo sabes, y podrás hacerla tocar cada vez que te quieras acordar de mi, y yo no este aquí.
Si, la disfrutaré nota a nota, así como disfruto estar acá contigo, junto a mi regazo.
- Como sería todo de distinto, si en vez de subir aquí contigo, a tu departamento, me hubiese ido en el primer taxi que me parara, y no hubiera seguido a esa sonrisa tuya que me mata. Todo sería distinto, no sentiría este agonía que me destruye el alma, que me hace odiarme, odiarte, pero también que me da ganas para seguir viviéndote y continuar amándote.
No sentiría, todo lo que siento cuando lo veo a los ojos, y le miento.
Porque tuviste que toparte en mi camino, porque no seguiste por uno distinto, porque….!!!!
No pienses en eso!
Recuerdas lo que te dije que leyeras del libro que te regale la primera vez que subiste?
El texto de la página 23, lo recuerdas o no?
- Claro. “Bebe vino, es el elixir de la vida. Te dará la juventud eterna. Es la etapa del vino, las rosas, de embriagarse con todos. Vive feliz el momento…
Este momento es tu vida!”
Me sorprendes que te recuerdes de él.
- Y porque no me debería acordar de el?
Deberías agradecerle mucho a ese libro que me diste, en especial a lo que me dijiste.
Gracias a ese párrafo, encontré fuerzas cada vez que te veía…durante nuestros encuentros fugases, pero que eran fogosos a la vez.
Gracias a aquel libro tuve la valentía de mentir.
La osadía de venir.
La dureza de besarte.
Y el coraje para aguantarme.

- Lo siento por llamarte y no decirte esto personalmente, cara a cara, pero lo que siento por ti es más fuerte que yo, y sé que si te vuelvo a ver, caeré de nuevo en tus brazos, me embriagare de tus labios, te amaré con locura.
Esto es lo mejor que me ha pasado en mucho tiempo, pero tanto tu como yo sabemos que esta mal.
No!, yo no creo que este mal.
- Pero que dices, tengo una hermosa familia.
No crees que les haga daño a las personas que tanto amo?
Si, pero piensa en ti…
- No lo haré más, el pensar en mí, me tiene como me ves. Destrozada a tus pies.
Creo que es tiempo que esto acabe, que se ahogue en mi corazón esto que siento por ti.
No debo volver a verte, espero que me ayudes a lograrlo.
Creo que eso espero, porque de verdad no se lo que espero.
Lo lamento.


* Dime! Que le haz hecho.
Yo no quería, pero tú me obligaste.
No le quería hacer nada, a ti era a quien quería matar.
Me engañas.
Todo el tiempo lo hiciste. Te odio.
* Pero no te das cuenta que lo mataste.
* Que haremos ahora?.
Tengo miedo, mucho miedo.
No te preocupes saldremos de esto, no sé como pero lo lograremos.
* Si, tienes razón, debemos hacerlo por nuestro hijo.
Desde ahora viviremos día a día.
Nadie lo sabe y nadie lo sabrá.
Te equivocas.
* Porque.
Tú y yo lo sabemos.
* Si, pero tendremos que aprender a vivir con ello.
Yo engañe, y tú mataste.
Estamos en igualdad de condiciones, sólo nos tenemos el uno al otro.
Que haremos ahora?
* Podemos irnos, salir de aquí.
Comprar una casa en la playa, alejarnos de este lugar; así cuando nos toque morir nos uniremos al mar.
Cambiarnos el nombre…
Tú crees?
* Si.
Partir de ahora tu serás culpa y yo infidelidad
.

martes, 3 de abril de 2007

Sólo-Dormir.


[Una linda y calurosa tarde, a las orillas de un algo.
Acostados en el pasto húmedo, sintiéndolo con nuestros pies descalzos.
Mirando el ir y venir de las nubes.]

Te acuerdas que una vez te pregunte si es que creías
que los demás estarían preocupados por nosotros,
por no regresar.

-sí, porque?

Te acuerdas que me respondiste?

-claro, ese fue el momento en que nos raptamos del fin.
Te dije que ellos ya no nos buscan,
porque ellos piensan que ya estábamos perdidos.

Desde ese día hemos estado pasa a paso
Intentando dormir, luchando contra el insomnio
y dejar de pensar en que los tenemos que recuperar
y no dejarlos ir.

RECHAZO.


Nunca me perdiste…
Sí, como lo oyes
El tiempo no pasa en mano
Y por ello sé que no nos hemos perdimos
- ¿qué me quieres decir?
- han pasado ya más de 30 años.
- yo tengo una vida sin ti
- y supongo que tu también.
- o no?
Claro que sí
Pero eso ya se acabo.
-¿de que hablas?
Todo quedo atrás
Solía llamarme inseguridad
Pero ya no más
-sí? Y eso porque
Tú lo dijiste…
“Te amo, y te volvería a elegir siempre”.
No lo recuerdas?
-Claro que me acuerdo de ello
-Pero, de verdad ¿Qué quieres lograr con todo esto?
Que te des cuenta que en nuestro camino estaba el unirnos en nuestra juventud,
Separarnos en la madurez para volver amarnos en la vejez.
Por eso ahora soy seguridad
-el no tocarte en este sueño de 30 años
-me ha vuelto cada vez mas lentitud, pero también más tranquilidad.
Entonces quieres decir que no te arriesgaras
-no he dicho eso
Pero es fácil de entender
Claro quien le dijo a la inseguridad
Que se fuera de mi vida
Obvio ella nunca se fue, que torpe
-no te pongas así
Y como quieres que reaccione
Si han pasado más de tres décadas sin respirarte, amarte y tenerte…
Luché día a día para no sentir el vacío que me dejaste.
Luche noche a noche para no pensar con quien estar ahora…
Me arriesgo en el precipicio más grande de mi vida, al venir hasta acá.
Y tú me dices que la vejez te ha vuelto lentitud y tranquilidad.
Pensé que sería distinto, a cómo lo es ahora.
-bueno pensaste mal, que más quieres que te diga…
Que me amas
Y que te irías conmigo al mismo fin del mundo si fuese necesario.
-no seas egoísta, deja de pensar sólo en ti.
¿Qué?
-si, eso, sólo piensas en ti, pero en ningún minuto pensaste en mi.
-Recuerda que no puedes amarrar mi corazón al tuyo.
Tienes razón, pero…
Pero es que pensé que lo nuestro de verdad era amor, de ese amor que es fuego, capaz de dar y entregar, de crear y matar, de transformar y mantener.
-lo siento.
No lo sientas, no te culpo.
La culpa es mía por tardarme tanto tiempo en buscarte.
Debí haber escuchado a la luna en cuento me dijo que te siguiera, pero el sol que soy me lo impidió.

PRUEBA.


Como me hubiese gustado
haberte dado una respuesta satisfactoria
cuando me lo contaste.
Pero todo lo que te pude haber dicho
no te significaría nada
y tú en estos momentos lo que menos necesitas son cuentos.
Necesitas sueños.
Buscas que alguien te diga que la vida no sabe mal.
Que no renuncies a tus sueños de ayer.
Pero así no alcanzaras la paz.
La respuesta esta en los demás…
Es mentira!!!
Que más quisiera yo, que ser tu respuesta,
Pero no puedo permitir que tus ojos se queden en la orilla del mar
Esperando un barco del vacío del mar aparecer.
Sé que te cuesta pensar, abrir tu alma y encontrar lo que buscas.
Por que ni siquiera sabes lo que buscas,
Y créeme, en esto si que te entiendo.
Pero hey!, transforma el amor que te damos en valor
y piensa tranquila y calma en esas noches de luna llena
en que los ojos de los demás no están en ti.
Y busca algo más…
Algo que te haga sentir feliz…bien.

Ahora lo sé…no tengo porque buscar algo más,
Porque no necesito nada…
Lo tengo todo.
Sólo me faltaba darme cuenta de ello.

LUZ.


Aquella noche no pensé en toparme contigo,
pero nuevamente el destino me juega una mala pasada.

El ambiente era agradable, el sol entrando
por las ventanas daba la sensación de estar en verano.

Cuando te vi allí de pie en ese lugar,
pensé creo estar soñando,
pero me di cuenta que era la realidad.

Quizás sí hubiera tenido el valor correría hasta ti,
te abrazaría y diría al oído
“lo siento pero que no te puedo acompañar”.